Visión general de cómo aplicarla

Sigue estos pasos para resolver un problema con un diagrama de espina de pescado:
Paso 1: Identifica el problema.
En primer lugar, escribe el problema exacto al que te enfrentas. En su caso, identifica quién está implicado, cuál es el problema y cuándo y dónde se produce.
A continuación, escribe el problema en un recuadro en la parte izquierda de una hoja grande de papel y dibuja una línea que atraviese el papel horizontalmente desde el recuadro. Esta disposición, que se asemeja a la cabeza y la espina dorsal de un pez, te da espacio para desarrollar las ideas.
Paso 2: Determinar los principales factores implicados
A continuación, identifica los factores que pueden formar parte del problema. Pueden ser sistemas, equipos, materiales, fuerzas externas, personas implicadas en el problema, etc. Trata de dibujar el mayor número posible de ellos. A continuación, traza una línea fuera de la “columna vertebral” del diagrama para cada factor identificado, y etiqueta cada línea.
Paso 3: – Identifica las posibles causas
Ahora, para cada uno de los factores que consideraste en el paso 2, haz una lluvia de ideas sobre las posibles causas del problema que pueden estar relacionadas con un factor dado.
Muestra estas posibles causas como líneas más cortas que salen de las “espinas” del diagrama. Cuando una causa es grande o compleja, puede ser mejor dividirla en subcausas. Represéntalas como líneas que salen de cada línea de la causa.
Paso 4: Analiza tu diagrama
En esta fase, deberías tener un diagrama con todas las posibles causas del problema que se te ocurran.
En función de la complejidad y la importancia del problema, puedes investigar más a fondo las causas más probables. Esto puede implicar la puesta en marcha de investigaciones adicionales, la realización de encuestas, etc. El objetivo es comprobar cuál de estas posibles causas contribuye realmente al problema.