En qué consiste esta técnica
Las técnicas de respiración como técnica de relajación (entendido esta como el estado de satisfacción tanto física como psicológica) son una propuesta pedagógica que contribuye a la innovación de la educación del siglo XXI, dando respuesta a las necesidades actuales de la mayoría de las aulas debido a la sobre exposición a agentes externos que sufren los alumnos. Actualmente estamos rodeados de un sinfín de distracciones que nos dificultan la concentración, las nuevas tecnologías, el estrés, la presión… hacen que nuestra mente se bloquee y no tengamos claro cómo hacer las cosas, porque no nos da tiempo a pensar con claridad o porque estamos sobresaturados con tanta información. El cerebro humano puede almacenar una cantidad increíble de conocimientos, pero debido a estas distracciones no somos capaces de aprovechar su capacidad, necesitamos calma para poder trabajar correctamente y de aquí viene la importancia de la relajación en el ámbito educativo.
Además, si les mostramos el camino de estar relajados a la hora de trabajar estamos trabajando la competencia de “aprender a aprender”, así los alumnos pueden ser más conscientes de sus decisiones y por ende más responsables de su proceso educativo y crecimiento personal. En la formación profesional nos encontramos con un alumnado que además de enfrentarse a unos conceptos teóricos y prácticos en un ambiente semicontrolado, como puede ser el centro educativo, tiene que enfrentarse a unas prácticas de empresa en el mundo real, donde debe aplicar sus conocimientos y a la vez enfrentarse a relaciones laborales, por lo que la resolución de conflictos y la gestión de sus emociones son áreas que deben trabajarse para el éxito del alumnado.
Las instituciones educativas se ven en la necesidad de adaptarse a un mercado de trabajo cambiante, aportando nuevas capacidades al alumnado para que destaquen en un mercado cada vez más competitivo y de aquí la importancia de las técnicas de respiración como técnica de relajación. Las técnicas de respiración (que son una técnica de relajación) son una herramienta para bajar el estrés ya que buscan el control de las respuestas automáticas del cuerpo por vías indirectas. Aunque el control de la respiración habitualmente es automático, es posible modificar de forma voluntaria tanto el patrón respiratorio como el ritmo y la profundidad de cada inspiración-espiración, de tal manera que, si el individuo es capaz de establecer unos hábitos respiratorios correctos, el porcentaje de oxígeno en sangre es más elevado y disminuyen las sensaciones de ansiedad, debido a la acción que ejercen los diferentes patrones respiratorios sobre el sistema nervioso autónomo. En consecuencia, la realización de una respiración correcta puede ser una importante estrategia para el control del estrés.