Visión general de cómo aplicarla

El proceso puede implementarse en tres fases:

• Crear: Se pide a los alumnos que desarrollen una idea o iniciativa emprendedora y creen un prototipo muy básico, también llamadoproducto mínimo viable, que sirva para ilustrarla. Este prototipo puede ser un póster, un diseño hecho en tres dimensiones con plastilina, cartulina, etc., incluso legos; también podría ser un vídeo o un modelo 3D realizado con el ordenador… Lo importante es que tengan algo “real” que mostrar a sus potenciales clientes.
• Medir: Se pide a los alumnos que prueben ese prototipo inicial con potenciales clientes, que pueden ser compañeros, familiares o amigos, aunque el feedback sería mucho más real si lo probaran con personas con las que no mantienen un vínculo emocional. Se les pide también que recojan los datos de una forma estandarizada y se les ayuda a analizarlos de forma sencilla tal como se haría de acuerdo al método científico.
• Aprender: Se pide a los alumnos que extraigan conclusiones sobre el feedback recibido. ¿Han tenido el éxito/respuesta esperada? ¿Han detectado algún error importante en su producto? ¿De acuerdo con la información recogida, qué cosas incorporarían a su proyecto para hacerlo más adecuado a sus clientes y así aumentar su beneficio?
• Volver a repetir estos tres pasos tantas veces como sea necesario hasta conseguir un producto final ajustado a las necesidades reales del mercado y que tendrá muchas probabilidades de tener éxito. Pensando en la aplicación de la técnica en clase, dependiendo de cómo haya sido diseñado el proyecto con el grupo de alumnos, se puede llevar a cabo este proceso sólo una vez o varias, según cuáles sean los objetivos que se planean alcanzar o el tiempo del que se disponga de acuerdo a la programación del curso.