Visión general de cómo aplicarla
El punto clave se da entre la adversidad y la credibilidad. Cuando te encuentras con una adversidad, la forma en que tiendes a explicarla a ti mismo influye directamente en tu mentalidad y en tus relaciones. Seligman llama a esto tu “estilo explicativo” y dice que es un hábito que influye en toda tu perspectiva de la vida.
Su estilo explicativo tiene tres dimensiones:
1. Permanencia
Las personas pesimistas asumen inconscientemente que las causas de los malos acontecimientos son permanentes, mientras que los optimistas creen que los malos acontecimientos son temporales.
Por ejemplo, imagina que has tenido un mal día y no has tenido tiempo de ayudar a un compañero que necesitaba tu experiencia. Un pesimista podría pensar: “Nunca debería ser amigo de nadie en el trabajo porque soy un amigo terrible”. Un optimista podría pensar: “Hoy he sido un amigo terrible”.
La diferencia es sutil, pero es realmente importante para su perspectiva!
2. Persistencia
Los pesimistas hacen afirmaciones universales sobre sus vidas cuando algo va mal, mientras que los optimistas hacen afirmaciones específicas.
Por ejemplo, un pesimista podría pensar: “Todos mis informes son inútiles”. Un optimista podría pensar: “Este informe no ha servido para nada”.
De nuevo, la diferencia es sutil. Los pesimistas toman un acontecimiento negativo y permiten que convierta todo su trabajo, o su vida, en una catástrofe. Los optimistas reconocen que pueden haber fracasado en un área, pero no permiten que ese fracaso abrume otras partes de su vida.
3. Personalización
Cuando experimentamos un acontecimiento negativo, tenemos dos maneras de pensar en él. Podemos culparnos a nosotros mismos por el suceso (interiorizar). O bien, podemos culpar a algo externo a nosotros (externalizar).
Los pesimistas suelen interiorizar la culpa. Piensan: “Todo esto es culpa mía” o “Soy demasiado tonto para hacer este trabajo”. Los optimistas tienen una mayor autoestima porque tienden a hacer externa la culpa, pensando: “Todo esto es culpa de Juan”, o “Todavía no he aprendido lo suficiente sobre esta habilidad; por eso no me va bien en esta tarea”.