En qué consiste esta técnica

Existe en el mundo de la formación profesional, sobre todo dentro de alguna de sus ramas más técnicas, la idea de que la creatividad no es importante y que el aprendizaje se debe basar en aprender a repetir una serie de tareas, nada más lejos de la realidad de nuestro mundo laboral.

La vida actual y sus perfiles profesionales demandan personas que sean capaces de realizar las tareas que las máquinas nunca podrían hacer, personas capaces de desarrollar un pensamiento creativo, alternativo, que aporte soluciones diferentes a las que nos llevaría el pensamiento lógico habitual. Para ello la técnica de pensamiento lateral es fundamental, se trata de potenciar en el alumnado un pensamiento creativo, basado en no desechar ninguna idea de partida, fundamentado en hacerse todas las preguntas, en barajar todas las posibilidades.

Ambas formas de pensamiento deben apoyarse mutuamente, se puede afirmar que el pensamiento creativo o lateral permite llegar a las ideas y el lógico desarrollarlas.

Afirmaba el padre del pensamiento lateral, Eduard Bono que, éste tiene como fin la creación de nuevas ideas, normalmente se relacionan las ideas nuevas con el ámbito de la invención técnica; sin embargo, la invención de nuevos dispositivos técnicos es sólo uno de los múltiples aspectos que derivan de la creatividad. Las nuevas ideas son factores de cambio y progreso en todos los campos, desde la ciencia y el arte, a la política y la felicidad personal.

Teniendo en cuenta pues que vamos a trabajar un modo de usar la mente, no se aborda como una tarea concreta, un caso a resolver, sino que se va a vivir en el aula como el entrenamiento de una forma de pensamiento. Para ello se busca el pensamiento individual y el trabajo en grupo para potenciar esa fuente inagotable de caminos alternativos que supone el escuchar a los demás.

Al hablar de Pensamiento lateral no se habla de una técnica en sí misma, sino de una forma de resolver problemas usando la creatividad, la imaginación y caminos alternativos.

Para ello se puede llevar a la práctica con enfoque diferentes en el aula, desde técnicas de trabajo en grupo con un director de escena, en que las preguntas que se hacen son las protagonistas para la resolución de enigmas, a ejercicios individuales de entrenamiento del pensamiento crítico y creativo.

Esto va a permitir que los alumnos se salgan de los puntos de enfoque habituales, para mirar el problema desde otros puntos de vista y aportar soluciones críticas y creativas.

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